Sabemos bien que los primeros pasos en el proceso de un diseño son vitales para un buen resultado, pues no dejan de ser los cimientos sobre los que se construirá nuestro diseño.

Centrándonos en la fase de prototipado, existen varias etapas, que van desde versiones que son meros bocetos que vagamente representan con fidelidad el resultado final al cual se pretende llegar, y que tratan más de repartir, señalar y colocar el contenido que incluirá nuestro diseño; y otras posteriores que son una representación casi exacta de cómo sería el resultado final a nivel visual.

Sin embargo, cuando hablamos de casos como el diseño de apps (que perfectamente se puede aplicar a, por ejemplo, el diseño web) hay que tener en cuenta que estamos diseñando aquello con lo que el usuario va interactuar, por lo que el prototipo estático, por muy bien que represente el diseño final a nivel visual, sin duda se queda corto a la hora de darnos una visión de cómo el usuario va interactuar con nuestro diseño, de cómo será la experiencia de usuario.

Por tanto, el feedback que recibamos será limitado cuando pongamos nuestro prototipo en manos de un tercero, además de que nos guiará a que descubramos posibles fallos de navegación una vez la app ya está en su versión final, creándonos, así, más problemas de los necesarios.

Es por ello por lo que queremos destacar el uso de prototipos interactivos, los cuales nos permitirá recibir un feedback más completo y nos forzará a pensar en aspectos que con un prototipo estático no nos plantearíamos.

Esto puede sonar obvio, ya que la interacción entre la app y el usuario resultan un aspecto fundamental de las mismas.  

Sin embargo, no es relativamente común el desarrollar prototipos totalmente estáticos y sin simplemente suponer la interacción del usuario con la versión final. Esto, como ya hemos comentado, puede traducirse en que nuestras suposiciones, por bien fundadas que estén, incluso habiendo llevado a cabo un trabajo exhaustivo de cómo sería la experiencia de usuario en nuestro diseño; a la hora de la verdad no funcionen tan bien como esperábamos y hagan de nuestra app una con la que no sea muy intuitivo interactuar.

Para facilitar estos prototipos interactivos, existen en la actualidad aplicaciones que facilitan mucho el proceso. Hoy no entraré en detalle en ellas pero sí quiero mencionar que no son sólo aplicaciones a las que tengamos que llegar con un prototipo avanzado, también existen algunas que nos ayudan a establecer una versión temprana de cómo sería la interacción con nuestra app, valiéndonos de unos primeros bocetos para ello.

Incluso, y aunque sea un poco más rudimentario y menos fiel, podemos montar de forma manual y enteramente en papel un prototipo básico, donde el diseñador iría cambiando las pantallas o añadiendo elementos al marco que funcionaría a modo de teléfono móvil según las acciones del usuario.

Por supuesto éste último no es el método más completo o fiel para un prototipo interactivo, pero es una forma accesible y sencilla de dar una visión básica del tipo de interacción que tenemos en mente y que nos permite hacer muchas correcciones de forma rápida. Para estados más avanzados de la fase de prototipado, podremos acudir a otras herramientas más completas, de las cuales os hablaré en la próxima ocasión.

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