Un ERP (Enterprise Resource Planning-Planificación de Recursos Empresariales) es un conjunto de sistemas de información que permite la integración de ciertas operaciones de una empresa, especialmente las que tienen que ver con la logística, la producción, los envíos, la contabilidad y el inventario.

Un ERP es un único programa con una base de datos centralizada, por lo general, los datos se dan de alta una sola vez y son completos, comunes y consistentes.

Generalmente, podemos clasificar los ERP en dos grandes tipos: verticales y horizontales.

La primera opción, consiste en un software especializado para determinadas industrias, que responde a necesidades puntuales, mientras que la segunda opción, se trata de un tipo de software que sirve para la administración de cualquier empresa, con posibilidades de configuración que permiten personalizar la solución para un determinado caso.

Cabe aclarar que un ERP es adecuado para todo tipo de empresas, tanto Pymes como, por ejemplo, SAP Business One, como multinacionales, sin importar los diferentes procesos que tenga el sector al que pertenece.

Se estima que el 40% de las empresas que adquieren un ERP notan un aumento de la productividad durante el primer año, así que podemos afirmar que se trata de una buena inversión.

Si hablamos de las ventajas de un buen sistema ERP, estas serían:

• Automatización de los procesos de la empresa.
• Disponibilidad de la información de la empresa en una misma plataforma.
• Integración de las distintas bases de datos de una compañía en un solo programa.
• Ahorro de tiempo y costes.
• Conocimiento detallado y actualizado del estado de la empresa.

En cuanto a las desventajas, es importante tener en cuenta el coste del software ERP, estrechamente ligado al nivel de personalización que necesita un sistema ERP para cubrir las necesidades de la empresa. A mayor nivel de personalización, mayor precio.

Otra desventaja que podemos encontrar, es el hecho de que puede que su instalación, el hardware necesario para su funcionamiento y la preparación de su infraestructura tarden demasiado, lo que puede causar retrasos en el funcionamiento interno de la empresa y causar pérdidas. Aunque existen sistemas en la nube, que pueden prevenir este tipo de inconvenientes.

Dicho todo esto, y centrándonos en el tema principal de este artículo, para elegir el mejor ERP, el que mejor se adapte a nuestro negocio, debemos tener en cuenta lo siguiente:

Integración de los departamentos: Módulos

El mejor ERP tiene como objetivo automatizar y agilizar los procesos del negocio, por lo que debe ser capaz de sustituir las aplicaciones y los métodos utilizados en estos para unificar toda la gestión corporativa en él. La soluciones modernas ofrecen distintos módulos integrables para abarcar las diferentes áreas.

Sistema abierto: Importación y Exportación de datos

Debe integrarse con soluciones corporativas externas y también con sistemas de terceros como, por ejemplo, un CRM como Curie Platform.

Facturación avanzada: Gestión documental y eFactura

Los ERPs más adelantados son capaces de detectar e integrar las facturas recibidas mediante una solución incorporada de escaneado. Igualmente, presentan un módulo de eFactura con firma electrónica.

Capacidades de análisis, cuadros de mando

Más allá del reporting, la solución debe ofrecer cuadros de mando para visualizar fácilmente los KPIs de cada área. La integración de todos los departamentos en una única solución permite trabajar con datos únicos.

Personalización: Facilidad de usos y seguridad

Debe tener una interfaz intuitiva. Los ERPs deben adaptarse a la empresa y no al revés.

El fabricante: Mejor con un integrador

Al comprar un software ERP hay que prestar atención al roadmap del producto en el mercado español. Asegurarse de que el ERP está configurado y se actualiza según las leyes de España. 

Si estás buscando implementar el ERP que mejor se adapte a las necesidades de tu empresa, contacta con nosotros:

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