¿Cómo impulsar la innovación y la creatividad en las organizaciones?
Juan Prego nos da las pautas necesarias en FYDE Cajacanarias
Hoy tuve la oportunidad de asistir a una conferencia de Juan Prego, experto en cuestiones de innovación y creatividad, organizada por la Fundación FYDE Cajacanarias.
Para ponernos en contexto, debemos primero ser conscientes del ritmo que nos marca la tecnología. Los últimos avances que hemos vivido y los que están a la vuelta de la esquina nos indican que estamos sufriendo y vamos a sufrir muchos cambios en cuestiones tan críticas como las habilidades y conocimientos necesarios para nuestro puesto de trabajo.
Simplemente tomemos como un ejemplo de estos cambios el ordenador cuántico. Ya existe, aunque actualmente no esté al alcance de cualquiera por su elevado precio.
Lo importante: tiene una potencia 10.000 veces superior a la de los actuales supercomputadores. ¿Imaginan lo que esto puede implicar? Esto nos debe hacer pensar.
Según los expertos, estos cambios están poniendo en valor cuestiones tales como:
- Polimatía: será más importante aquel que sepa de muchos temas que el especialista, eso ya lo resolverá la inteligencia artificial.
- Empatía: los trabajos más cercanos a lo humano y con más interacción serán más valorados. Profesionales como los enfermeros serán mejor pagados que los médicos.
- Habilidades: será más importante tener una serie de habilidades que los propios conocimientos. Lo que hoy aprendas puede no servir para las profesiones que se demanden en pocos años.
Una de estas habilidades clave en ese futuro cercano, o realidad actual, es la de la innovación y creatividad.
¿Cómo puede una empresa impulsar estas habilidades entre sus empleados? Para responder a esta pregunta debemos dar un paso atrás y reflexionar sobre cómo funciona nuestro cerebro.
Cocodrilos y primates
De una manera un poco simplista, pero por otro lado muy real, nuestro cerebro tiene dos comportamientos bien diferenciados, los denominados: cocodrilo y primate.
El primero es el que sale cuando queremos sobrevivir, es decir, actuamos “sin filtro”. El segundo es el que sale cuando pensamos de manera racional buscando las mejor opción en cada ocasión.
En una organización puede existir, por su cultura o por el tipo de personas que la conforman, una actitud más desarrollada que la otra. ¿Cuál sería el entorno ideal para lograr fomentar la creatividad? Aunque es bueno tener de ambas, debe destacar la del primate, es decir un lugar donde no se ataquen las ideas de los compañeros para lograr que estas fluyan. Si nuestra empresa no se encuentra en esa situación, debemos primero resolverlo antes de seguir avanzando.
El proceso de la innovación
Una vez superado este primer paso, debemos profesionalizar el proceso de la innovación. Para ello es necesario asegurar los siguientes 4 aspectos:
- La misión, ésta debe ser clara y todos deben conocerla y compartirla.
- Los recursos, en particular el tiempo, es necesario asignar tiempo de “trabajo” a innovar y crear.
- El liderazgo, tener líderes no tradicionales, esto líderes deben lograr que el equipo piense de manera diferente y disruptiva.
- La agilidad, se debe pasar de las buenas ideas a la acción, los tiempos actuales pueden hacer que lo pensado como una gran idea quede desfasada en poco tiempo.
Otro aspecto fundamental en esto de la innovación, es el equipo. Este equipo debe cumplir con 3 características principales:
- Estar motivado, y esta no debe estar asociada a un bonus, si no a una pasión.
- Tener competencia, en el sentido de capacitación, ésta debe ser moderada, tienes que manejar el contexto pero no ser excesivamente experto, si no, no podrás pensar de manera disruptiva.
- La creatividad.
La creatividad es un proceso que sigue 3 fases:
- Percepción: cómo veo un reto y cómo estoy abierto a cambiar esa visión.
- Ideación: trabajo en equipo para lograr sacar ideas. ¿Cuántas? Según estudios, los equipos de trabajo deben generar sobre las 300 ideas para que salgan 15 buenas y de ahí se elija la mejor.
- Acción: el proceso de evaluación y selección de las ideas anteriores para su puesta en ejecución.
¿Todos podemos ser creativos?
Como último punto, debemos responder a la pregunta que muchos nos hacemos: ¿todos podemos ser creativos? La respuesta es sencilla: sí.
En realidad somos creativos desde que nacemos y seguimos una secuencia natural que nos lleva de un nivel de creatividad alto a uno menor en el que parece que nos acomodamos y olvidamos que fuimos creativos. Estos niveles son:
- Nivel 4 - Quién soy: es cuando nos cuestionamos todo y sentimos curiosidad por lo que nos rodea.
- Nivel 3 - Por qué lo hago: de lo que observamos tenemos pasión por determinadas cosas y además con una gran confianza.
- Nivel 2 - Cómo lo hago: lo que nos gusta lo practicamos.
- Nivel 1 - Qué hago: de eso que practicamos, queremos conocer más y aprendemos adquiriendo mayor experiencia.
Seguramente muchos de nosotros nos encontramos actualmente en el nivel 1, pero no somos conscientes de que para llegar a él tuvimos que pasar por los anteriores.
Conclusión: solo tenemos que recordar.
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Sobre el Autor
Miguel Fernandez Cejas
Director General.
Socio fundador de Itop, empresa de implantación de soluciones tecnológicas, factoría de software y formación online. Ingeniero Informático con cursos de postgrado en áreas tan diversas como la inteligencia artificial, la gestión de empresas o la calidad. Más de 25 años de experiencia en el mundo de las Tecnologías de la Información trabajando para distintas empresas nacionales e internacionales.
Su pasión por la tecnología unida a su variada experiencia, le impulsa a desarrollar distintos proyectos empresariales donde aplica las nuevas tecnologías al turismo, la sociología, el marketing o la formación.
Actualmente trabaja en temas relacionados con aplicaciones de gestión, Business Intelligence, Big Data, Mobile/Apps e Internet de las Cosas.