Las nuevas tecnologías avanzan a una velocidad vertiginosa, y muchas veces resulta complicado poder seguir el ritmo a todos los cambios que van surgiendo. Es por ello que es necesario que las empresas se adapten a las nuevas tendencias tecnológicas conociendo de primera mano las nuevas herramientas digitales, o los cambios de las ya existentes.

Los ERP son una herramienta de gestión empresarial que integran y administran los procesos internos y los recursos de una organización. Estos sistemas normalmente se ocupan de diferentes áreas como las finanzas, la contabilidad, la gestión de inventario o los recursos humanos, entre otros.

Puede ser de tu interés: “Trazabilidad y Eficiencia: el ERP para el Sector Agroalimentario”.

Es por esto que las empresas utilizan estas herramientas con el objetivo de mejorar la eficiencia y la colaboración entre los diferentes departamentos. Para que ésto continúe de la misma manera, es necesario que el ERP se encuentre actualizado de forma constante debido a que en caso de que esto no ocurra, podrían darse algunas de las siguientes circunstancias:

• Vulnerabilidades de seguridad: Conforme pasa el tiempo, se van descubriendo y corrigiendo fallos que tiene el software. Estas vulnerabilidades pueden ser utilizadas por personas que quieren acceder ilegalmente a datos confidenciales de las empresas, pudiendo robar parte de éstos o incluso interrumpir el funcionamiento del sistema, es por esta razón por la que si no se van desarrollando actualizaciones, las empresas quedarán desprotegidas de los hackers que intenten acceder a estos documentos.
  
  
• Atraso tecnológico: Las versiones más recientes de los ERP, suelen incluir nuevas características y mejoras en la funcionalidad que pueden beneficiar a la empresa. Estas características pueden incluir herramientas de análisis avanzado, integraciones con servicios en la nube y más. Si la empresa no obtiene dichas actualizaciones, se quedará atrás en términos de capacidades y es posible que pierda oportunidades para mejorar su eficiencia operativa.
• Complejidad en la integración: Lo más común es que estos programas se puedan complementar con otras aplicaciones como puede ser: un CRM (Gestión de Relaciones con el Cliente) y/o un SGA (Sistema de Gestión de Almacenes) , los cuales se irán renovando y consiguiendo nuevas características que es posible que no puedan integrarse con el software.
  
  
• Capacidad excedida: Cuando tenemos un ERP obsoleto, es muy común que no responda con la misma fluidez. Normalmente está causado por un exceso de datos en el sistema o porque el software es antiguo y no es capaz de procesar todos los datos correctamente.
  
  Junto a esto, hay que añadir que cuantos más usuarios intenten utilizar el programa de forma simultánea, mayor será la carga sobre el sistema, y, si éste no está preparado para que pueda acceder un número alto de personas, es muy común que se experimente sobresaturación en el sistema, lo cual ocasionará que algunos de los trabajadores se encuentren ante una imposibilidad en el acceso. Es necesario que estos programas estén actualizados para poder ofrecer las mejores prestaciones posibles. Además, este tipo de inconvenientes repercute en problemas en las copias de seguridad de la empresa, pudiendo perder información relevante para ésta.
  
  
• Personalización: Realizar modificaciones en un ERP obsoleto para satisfacer las necesidades específicas de una empresa puede llegar a ser muy costoso. Esto es ocasionado por la carencia de herramientas y funcionalidades modernas diseñadas para facilitar la personalización, así que se requiere de la intervención de desarrolladores y/o consultores especializados, y esto repercute en el número de horas que tendrán que emplear para tratar de mejorarlo, con muy pocas garantías de éxito en el medio plazo.

Reticencias al cambio de un ERP Obsoleto

Las empresas pueden ser reticentes al cambio por varias razones:

1. Riesgo percibido: El cambio conlleva incertidumbre y riesgo. Las empresas pueden temer perder lo que ya conocen y tener dificultades para adaptarse a lo nuevo.
   
   
2. Coste y recursos: El cambio puede requerir una inversión significativa en tiempo, dinero y recursos humanos, lo que puede ser percibido como una carga adicional para la empresa.
   
   
3. Cultura organizacional: Algunas empresas tienen una cultura arraigada que valora la estabilidad y la tradición sobre la innovación y el cambio. Esto puede dificultar la aceptación de nuevas ideas y prácticas.
   
   
4. Inercia organizacional: Las empresas pueden estar acostumbradas a ciertas formas de trabajar y pueden ser reacias a abandonarlas, incluso si no son óptimas.
   
   
5. Miedo al fracaso: Las empresas pueden temer que el cambio resulte en un fracaso o en consecuencias negativas para la empresa, lo que puede hacer que eviten tomar riesgos.
   
   
6. Falta de conocimiento o comprensión: A veces, las empresas pueden no entender completamente los beneficios del cambio o pueden carecer de conocimientos para implementarlo de manera efectiva.

Tal vez pueda ser de tu interés: “Diferencia entre ERP y Software Contable y Fiscal para Asesorías”.

En definitiva, la adaptación a las nuevas tecnologías es crucial para cualquier empresa en el largo plazo, especialmente en el caso de los sistemas ERP, cuya efectividad en la gran mayoría de los casos, depende de estar al día con innovaciones tecnológicas.

¿Eres Pyme canaria, y te gustaría tener un ERP en tu negocio? Contacta con nosotros y te asesoramos.

Te recomendamos leer