(IoT) Internet de las cosas: qué es, aplicaciones y consecuencias

El futuro que nos espera

¿Qué es el internet de las cosas?

¿Por qué todos le dan tanta importancia a este concepto? El Internet of Things es un concepto que se basa en la interconexión de cualquier objeto con cualquier otro de su alrededor.

Desde un libro hasta el frigorífico de tu propia casa. El objetivo es hacer que todos estos dispositivos se comuniquen entre sí y, por consiguiente, sean más inteligentes e independientes de los seres humanos, dejándonos a nosotros al mando de lo realmente importante.

Cualquier 'cosa' conectable a Internet, sea grande o pequeña, pueden incorporarse en una base de datos y recoger estos datos para ayudarnos en el día a día.

El Internet de las Cosas, implica un aumento de la información disponible, que será generada por millones de objetos conectados a la red aportando y compartiendo datos de forma continua.

En definitiva, consiste en que tanto personas como objetos puedan conectarse a Internet en cualquier lugar y en cualquier momento.

¿Qué aplicaciones tiene el IoT?

Si aplicáramos a todo lo que existe en nuestro planeta el Internet de las Cosas, es decir, que todo lo que existe en la tierra (personas, animales, objetos, agua, aire, etc.) la sociedad en la que vivimos cambiaría de forma radical. Todo nuestro planeta se volvería "inteligente".

Algunos ejemplos de aplicación del Internet de las cosas son:

Hacer que nuestros frigoríficos sean capaces de medir los alimentos restantes en su interior y encargar al proveedor especificado los elementos agotados. El frigorífico medirá continuamente el stock y actuará independientemente en consecuencia.
Los objetos cotidianos como camisetas, relojes o pulseras, se hacen inteligentes. Ahora los relojes no solo nos proporcionan la hora, sino que también se conectan a internet, intercambian datos con servidores externos y actúan en consecuencia.
Mejorar los servicios públicos; transporte, seguridad o salud por ejemplo. Ya en la actualidad, el Internet de las Cosas se utiliza en proyectos como el control de la contaminación en ciudades o la predicción de crímenes mediante inteligencia artificial. En pocos años, sensores distribuidos por los bosques alertarán a los bomberos en cuanto se declare un incendio.
Otro de los principales campos de aplicación del Internet of Things es las ciudades, haciéndolas más inteligentes y eficientes. Por ejemplo, los semáforos pueden conectarse a un circuito de cámaras distribuidas por la ciudad que identifican el nivel de tráfico y de movimiento de masas optimizando la circulación.

Como podemos ver, el Internet of Things es claramente el siguiente gran paso de la industria tecnológica. Abre un mundo de posibilidades incalculable, mayor incluso que el que abrió en su momento la era digital. Se estima que en 2020 el Internet de las Cosas será algo mucho más asentado y común entre nosotros.

¿Qué consecuencias tendrá en nuestra vida?

¿Estamos preparados para un mundo inteligente? Probablemente el Internet De Las Cosas se aplique primero para automatizar la producción industrial, la seguridad mundial o la sanidad, pero más tarde o más temprano podrá llegar a nuestra vida cotidiana.

El Internet De Las Cosas nos proporcionará muchas ventajas, podremos comunicarnos de forma mucho más rápida y sencilla. Tendremos cualquier tipo de información al alcance de nuestra mano y nos será mucho más fácil y más rápido acceder a ella y además en tiempo real.

Tenemos que tener en cuenta que toda esa información quizá no sea todo lo buena que esperamos, al igual que tendremos muchísima información buena, también tendremos más información mala. Nuestra dependencia en un mundo donde todo esté conectado va a ser brutal, perderemos probablemente gran parte de nuestras buenas costumbres, seremos quizás más vagos a la hora de realizar ciertas tareas y nuestra intimidad puede verse realmente afectada.

Podemos imaginar qué es el Internet de las Cosas, pero cuando esté realmente implantado en nuestra vida tendrá un gran impacto global. Tendremos que ser muy inteligentes para movernos en ese nuevo mundo en el que no hay distinción entre lo real y lo digital.