El Business Intelligence (B.I.) es un conjunto de procesos y procedimientos que recopila, almacena y analiza los datos producidos por las actividades de una empresa. Si queremos especificar más nos estamos refiriendo a un proceso que hace uso de estrategias y herramientas que ayudan a transformar la información en conocimiento, con el objetivo de mejorar el proceso de toma de decisiones en los negocios.

La tecnología va evolucionando constantemente y relacionándose entre sí. Para que todo esto sea posible no solo se han tenido que crear aplicaciones que permitan soluciones digitales sino también robots virtuales que se encarguen de realizar tareas repetitivas que normalmente realiza una persona en un ordenador.

Esta relación no solo ha sido notable en la automatización para habilitar de forma notable la explotación de datos, sino que también reduce drásticamente el riesgo operativo, los costes y el tiempo humano empleado para ello.

En un siglo donde el Internet y las redes sociales son protagonistas, la información se mueve a través de miles de canales de comunicación diferentes. Esta evolución no solo ha afectado a la forma de comunicarnos, sino también a las exigencias de los clientes, que cada vez son más los que demandan un producto totalmente personalizado y adaptado a sus necesidades.

El COVID-19 llegó a España a finales de enero de 2020 y este virus no solo ha provocado la mayor crisis sanitaria que el país haya visto nunca, sino que también ha traído consigo una fuerte crisis social y económica, donde las más afectadas han sido las pequeñas y medianas empresas.

El nuevo paradigma de los datos está provocando que muchas empresas se abran a hacer algo que deberían estar realizando como una mejora continua, repasar los procesos y los flujos de trabajo, además de desarrollar todos aquellos informes, visualizaciones y alertas que muestren, casi o en tiempo real, lo que por lo menos está pasando.